Ya nunca más serás Timy Turner Ni yo tu Padrino Mágico Nuestra vida se fue en un dibujo recién pintado O en un recorte de diario con tus manitos de tijera No sabes cuanto te extraño ¿Quien te comprará ahora las aceitunas que tanto te gustaban? Ahora quien bailará contigo esas canciones antiguas Que solo tu padre podía escuchar Con quien cantarás María Cristina, María Dolores, María de Nadie De un cantante que el tiempo olvidó Como yo en este momento olvido tu rostro de niña grande Estas cambiando tus dientes me han contado Tu padre está cambiando su vida te cuento (La que nunca debió dejar atrás) Jamás te dije adiós o hasta siempre Que ha sucedido con esos papelitos Que me hacías para la suerte Reconozco que desde ese día la he perdido No olvidaré nunca cuando tu voz de niña buena Se clavaba en mi pecho como un arco iris de invierno Diciéndome papá me pincha tu barba, ¿papá porqué se te cae el pelo? Y te reías ha escondidas con tu Nana Gloria Cuando tu padre se impregnaba el cabello con vinagre Soñando en que la no calvicie salvaría a esta familia De todo este gran show en donde la única damnificada eres tu hija Y yo con tu madre nos hemos convertido en dos bestias En dos hienas bajo su sombra Pero a pesar de esta pesadilla enorme que se llama vida, Quizás con los años aprendas a conocerme Oh más aún, con los años aprendas que de los errores no se regresa nunca Oh hija mía si la vida tuviera un regreso Yo regresaría por ti aunque fuera a pedacitos Estoy lejos de nuestra patria de nuestra ciudad de nuestra casa Estoy lejos del acuario que tanto amas Y de tu Nemo tu hijo regalón Ya no te voy a buscar al Jardín como todos los días Ni me haces medirme con la jirafa que tienen en esos jardines Cuando tu toda creída me hacías pararme al lado de la jirafa para demostrarle a tus amiguitas Que no había nada más grande que tu padre en este planeta Ya no puedo contarte las historias infantiles de tu tía Milenka o de tu papito Ivo Que tanto te gustaban y te hacían dormir hasta el infinito Ya nadie seguramente te hablará de nosotros Querrán hacernos desaparecer del mapa O cavar una fosa y querer escondernos lo más lejos posible de tu mirada ¡Pero no temas hija mía! Porque desde todas partes, desde cualquier lugar o punto de la tierra No importa lo que hagan lo que digan o lo que piensen Nada ni nadie borrará el silencio de la boca de este mendigo Este pobretón este loco de patio como me llama tu Madre Hija que eres nuestra como los pasos de tu Ti o tu Tata Ale Hija pase lo que pase bajo esta marea de calendarios El cielo se vestirá de fiesta con su mejor traje El día en que tus manos se junten con las mías Aunque sea en un tribunal de delincuentes.
Hay artistas que nacen con estrella, artistas que parecen destinados contra viento y marea a perdurar, y a quienes los retrocesos, zancadillas o demoras sufridos en su trayectoria no contribuyen, paradojicamente, a debilitar o expulsar de la cancha de juego, sino a dotarles de mas solera, de mas proyeccion. A avivar la lumbre de su enigma. Siempre, tarde o temprano, les llega su momento
Desde el momento en que nos esforzamos en vivir sinceramente, todo será para buen fin, hasta si debemos inevitablemente tener penas sinceras y verdaderas desilusiones; cometeremos también gruesas faltas y haremos malas acciones, pero es verdad que es preferible tener el espíritu ardiente, aunque se deban cometer más faltas, que ser mezquino y demasiado prudente. Es bueno amar tanto como se pueda, porque ahí radica la verdadera fuerza, y el que mucho ama realiza grandes cosas y se siente capaz, y lo que se hace por amor está bien hecho. Cuando quedamos impresionados por uno u otro libro […], es porque estos libros han sido escritos con el corazón, en la simplicidad y pobreza del espíritu. Si se tuvieran que pronunciar algunas palabras pero con un sentido, sería mejor que pronunciar muchas que no serán más que sonidos huecos y no costaría nada pronunciarlas por la escasa utilidad que tendrían.
Si se continúa amando sinceramente lo que es en verdad digno de amor y no se derrocha el amor en cosas insignificantes y nulas e insípidas, se logrará, poco a poco, más luz y se llegará a ser más fuerte. Cuanto más rápido trata de distinguirse uno en el dominio de alguna actividad y en algún oficio, y se adopta una manera de pensar y de obrar relativamente independiente, y más se sujeta a reglas fijas, más firme se hará el carácter y no habrá por ello que sentirse disminuido. Hacer esto es de sabios, porque la vida es corta y el tiempo pasa ligero; si nos perfeccionamos en una sola cosa y la comprendemos bien, adquirimos por añadidura la comprensión y el conocimiento de muchas otras cosas.
A veces conviene ir hacia el mundo y frecuentar los hombres pues uno se siente allí obligado y llamado, pero el que prefiere permanecer solo y tranquilamente en la obra y sólo quisiera tener muy pocos amigos, es el que circula con más seguridad entre los hombres y en el mundo. No hay que fiarse jamás al hecho de no tener dificultades y preocupaciones y obstáculos de ninguna naturaleza, pero no hay que hacerse la vida demasiado fácil. Y hasta en los ambientes cultivados y en las mejores sociedades y en las circunstancias más favorables, hay que conservar algo del carácter original de un Robinson Crusoe o de un hombre de la naturaleza, jamás dejar apagar el fuego de su espíritu, sino avivarlo. Y el que continúa guardando la pobreza para sí y la ama, posee un gran tesoro y oirá siempre con claridad la voz de su conciencia; el que escucha y sigue esta voz interior, concluirá por encontrar en ella un amigo y no estará jamás solo...
Que esté allí nuestro destino, muchacho, que tu camino sea próspero y que Dios esté contigo en todas las cosas y te haga triunfar, es lo que te desea con un cordial apretón de manos en tu partida, tu hermano que te quiere
Otro domingo en Buenos Aires me invade la nostalgia y no puedo definir su camino la distancia hasta casa es tan larga allá en mi Isla hay alegría alboroto, más de una radio estará encendida a orillas del mar la gente bailando acá hay un cántico de tristeza la música llena el alma de un dolor que parece ser parte del grito de un pueblo yo, te pienso amigo del alma cerca tus montañas se besan con las de éste país tan triste, melancólico me pregunto cómo estarás en éste domingo Si aún te dices a ti mismo "Ivo, ni se te ocurra venir por estos lados porque aqui, nosotros también estamos solos"...
por Pablo Neruda (Chile) miércoles, 19 de agosto de 2009
El presidente Salvador Allende, nombró embajador de Chile en Francia a nuestro poeta Pablo Neruda. Este, que ya conocía a Mikis Theodorakis, gran patriota y músico griego, desde los años 60, le invitó a visitar Chile, en pleno gobierno de la Unidad Popular. Visitando Valparaíso, Theodorakis presenció una presentación del grupo folklórico “Aparcoa”, cantando versos del Canto General de Neruda. Entusiasmado por la belleza y fuerza de esos poemas, decidió musicalizar algunos de ellos. Días más tarde, en entrevista con el Presidente Allende, le contó de su proyecto y este le propuso que trabajara con Neruda en una gran obra, para ser presentada en Santiago, como una forma de homenaje y solidaridad con el pueblo griego empeñado en dura lucha contra la “dictadura de los coroneles”. Los hechos se dieron de forma distinta. El 11 de septiembre de 1973 se producía el golpe de estado y la muerte del Presidente Allende en el Palacio de La Moneda y el 23 de julio de 1974 caía la dictadura en Grecia. La obra fue presentada en fragmentos, en diversos países de Latinoamérica y Francia, durante los años 70. Su estreno completo se realizó recién el 4 de abril de 1981 en la capital de la República Democrática Alemana, Berlín. Hoy les presentamos 4 fragmentos de esa obra, que se basan el poema IV Los Libertadores. Sus versos, reflejan la historia de este continente nuestro, de esta tierra nuestra, pero también, desgraciada y dolorosamente, nos hablan de una lucha que sigue siendo presente, como nos lo recuerda el asesinato brutal del joven comunero mapuche Jaime Facundo Mendoza Collío. La Redacción de piensaChile
IV
LOS LIBERTADORES (Pablo Neruda)
AQUÍ viene el árbol, el árbol de la tormenta, el árbol del pueblo. De la tierra suben sus héroes como las hojas por la savia, y el viento estrella los follajes de muchedumbre rumorosa, hasta que cae la semilla del pan otra vez a la tierra.
Aquí viene el árbol, el árbol nutrido por muertos desnudos, muertos azotados y heridos, muertos de rostros imposibles, empalados sobre una lanza, desmenuzados en la hoguera, decapitados por el hacha, descuartizados a caballo, crucificados en la iglesia.
Aquí viene el árbol, el árbol cuyas raíces están vivas, sacó salitre del martirio, sus raíces comieron sangre y extrajo lágrimas del suelo: las elevó por sus ramajes, las repartió en su arquitectura. Fueron flores invisibles, a veces, flores enterradas, otras veces iluminaron sus pétalos, como planetas.
Y el hombre recogió en las ramas las caracolas endurecidas, las entregó de mano en mano como magnolias o granadas y de pronto, abrieron la tierra, crecieron hasta las estrellas.
Éste es el árbol de los libres. El árbol tierra, el árbol nube, el árbol pan, el árbol flecha, el árbol puño, el árbol fuego. Lo ahoga el agua tormentosa de nuestra época nocturna, pero su mástil balancea el ruedo de su poderío.
Otras veces, de nuevo caen las ramas rotas por la cólera y una ceniza amenazante cubre su antigua majestad: así pasó desde otros tiempos, así salió de la agonía hasta que una mano secreta, unos brazos innumerables, el pueblo, guardó los fragmentos, escondió troncos invariables, y sus labios eran las hojas del inmenso árbol repartido, diseminado en todas partes, caminando con sus raíces. Éste es el árbol, el árbol del pueblo, de todos los pueblos de la libertad, de la lucha.
Asómate a su cabellera: toca sus rayos renovados: hunde la mano en las usinas donde su fruto palpitante propaga su luz cada día. Levanta esta tierra en tus manos, participa de este esplendor, toma tu pan y tu manzana, tu corazón y tu caballo y monta guardia en la frontera, en el límite de sus hojas.
Defiende el fin de sus corolas, comparte las noches hostiles, vigila el ciclo de la aurora, respira la altura estrellada, sosteniendo el árbol, el árbol que crece en medio de la tierra.
Neruda 1
Los libertadores
Aquí viene el árbol, el árbol de la tormenta, el árbol del pueblo. De la tierra suben sus héroes como las hojas por la savia, y el viento estrella los follajes de muchedumbre rumorosa, hasta que cae la semilla del pan otra vez a la tierra.
Aquí viene el árbol, el árbol nutrido por muertos desnudos, muertos azotados y heridos, muertos de rostros imposibles, empalados sobre una lanza, desmenuzados en la hoguera, decapitados por el hacha, descuartizados a caballo, crucificados en la iglesia.
Aquí viene el árbol, el árbol cuyas raíces están vivas, sacó salitre del martirio, sus raíces comieron sangre y extrajo lágrimas del suelo: las elevó por sus ramajes, las repartió en su arquitectura. Fueron flores invisibles, a veces, flores enterradas, otras veces iluminaron sus pétalos, como planetas.
Neruda 2
Y el hombre recogió en las ramas las corolas endurecidas, las entregó de mano en mano como magnolias o granadas y de pronto, abrieron la tierra, crecieron hasta las estrellas.
éste es el árbol de los libres. El árbol tierra, el árbol nube, el árbol pan, el árbol flecha, el árbol puño, el árbol fuego. Lo ahoga el agua tormentosa de nuestra época nocturna, pero su mástil balancea el ruedo de su poderío.
Otras veces, de nuevo caen las ramas rotas por la cólera y una ceniza amenazante cubre su antigua majestad: así pasó desde otros tiempos, así salió de la agonía hasta que una mano secreta, unos brazos innumerables, el pueblo, guardó los fragmentos, escondió troncos invariables, y sus labios eran las hojas del inmenso árbol repartido, diseminado en todas partes, caminando con sus raíces. éste es el árbol, el árbol del pueblo, de todos los pueblos de la libertad, de la lucha.
Neruda 3
Asómate a su cabellera: toca sus rayos renovados: hunde la mano en las usinas donde su fruto palpitante propaga su luz cada día. Levanta esta tierra en tus manos, participa de este esplendor, toma tu pan y tu manzana, tu corazón y tu caballo y monta guardia en la frontera, en el límite de sus hojas.
Defiende el fin de sus corolas, comparte las noches hostiles, vigila el ciclo de la aurora, respira la altura estrellada, sosteniendo el árbol, el árbol que crece en medio de la tierra.
Neruda 4
NUESTRA tierra, ancha tierra, soledades, se pobló de rumores, brazos, bocas. Una callada sílaba iba ardiendo, congregando la rosa clandestina, hasta que las praderas trepidaron cubiertas de metales y galopes.
Fue dura la verdad como un arado.
Rompió la tierra, estableció el deseo, hundió sus propagandas germinales y nació en la secreta primavera. Fue callada su flor, fue rechazada su reunión de luz, fue combatida la levadura colectiva, el beso de las banderas escondidas, pero surgió rompiendo las paredes, apartando las cárceles del suelo.
El pueblo oscuro fue su copa, recibió la substancia rechazada, la propagó en los límites marítimos, la machacó en morteros indomables. Y salió con las páginas golpeadas y con la primavera en el camino. Hora de ayer, hora de mediodía, hora de hoy otra vez, hora esperada entre el minuto muerto y el que nace, en la erizada edad de la mentira.
Patria, naciste de los leñadores, de hijos sin bautizar, de carpinteros, de los que dieron como un ave extraña una gota de sangre voladora, y hoy nacerás de nuevo duramente desde donde el traidor y el carcelero te creen para siempre sumergida.
Hoy nacerás del pueblo como entonces.
Hoy saldrás del carbón y del rocío. Hoy llegarás a sacudir las puertas con manos maltratadas,con pedazos de alma sobreviviente, con racimos de miradas que no extinguió la muerte, con herramientas hurañas armadas bajo los harapos.
Poemas de Pablo Neruda
lunes, 3 de agosto de 2009
CARTA A A LA FAMILIA
Que se hace en medio de la Nada se grita, se mastica, se bosteza Mi hermana huyó de una guerra que solo ella conoce y se fue en busca de la alegría En un avión lleno de pañuelos negros aterrizó en un piscina sin agua en donde, el sol es su mejor aliado y vive preguntando al teléfono por amores que desaparecen y películas repetidas en su universo inmenso de emociones... Mi hermana ya no es mi hermana sino mi hija que susurra de memoria cartas enviadas desde el viejo mundo cartas que parecen óperas o canciones compuestas por partituras de lágrimas Mi familia ha decidido exonerarse, exiliarse, retirarse de esta apuesta perdida dejar de lado lo que llaman casa Ha inventado una nueva forma de ser feliz.