jueves, 10 de diciembre de 2009

REQUIEM A LA TRISTEZA



Qué haremos cuando te vayas de mi recuerdo
y venga otra con más sueños,
con más rabia con más fuerza
y todos te olviden, y las pesadillas
ya no se acuerden de ti,
y un violín desafinado entone
otros acordes, y tú
ni siquiera seas algo
y, a veces, me veas en una foto
o en un diario de cualquier planeta
con mis bigotes largos de Dalí
y el pelo blanco como la luna.
Mujer indomable, atrevida y solitaria
que harás con los gusanos, la lápida
y con las piedras.
Cuando te vayas de mi recuerdo
para siempre.

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